La Semana Santa tuvo su milagro en San Fernando. Se consumieron miles de kilos de merluza, esa merluza que se multiplica gracias a la colaboración de los barcos soviéticos que pescan para el pueblo de Chile gratuitamente, aunque El Mercurio piense que la Armada rusa está bloqueando nuestros litorales.

8.450 kilos de merluza se consumieron en la provincia de Colchagua, en un intento de la Coordinadora de Centros de Madres (COCEMA) para abastecer de carne a las mujeres organizadas.

El Guerrillero trotó por todos los rincones para conocer la opinión de los consumidores. Todos felices: los fritos y los caldillos fueron los reyes en todas las cocinas proletarias.

Pero este milagro de Semana Santa debe repetirse todas las semanas, aunque no sea en el mismo volumen. El Guerrillero plantea a COCEMA y a su inquieta presidenta Mónica de Codelia que deben traerse a Colchagua mil kilos semanales de merluza.

El transporte, el terminal pesquero, la distribución deben ser una tarea de todos. Sépase que un comerciante minorista, naturalmente que con un sentido revolucionario de la vida, Erasmo Quinteros, dueño del establecimiento Bristol Café, nos ha dicho que sus máquinas congeladoras están a disposición de esta campaña para el consumo de la merluza. Además, si hay problemas allí, puede venderse sin costo alguno para nadie.

Cuando comerciantes así salen a la pelea, uno entiende perfectamente bien que hay comerciantes y comerciantes, que muchos están por el Chile nuevo y que no todos son unos sinvergüenzas y estafadores. Saludamos este ofrecimiento de Erasmo Quinteros y creemos que es una solución para la refrigeración y embodegamiento de la merluza a su llegada a San Fernando.

“Y ese mar que tranquilo te baña, te promete futuro esplendor”. No en balde nuestro himno patrio nos indica el futuro de Chile en nuestro océano Allí nos espera el gran rebaño del mar por muchos siglos. Es hora de recogerlo a manos llenas y de que aprendamos a consumirlo.

Es ridículo el hambre si pensamos en todo lo que nos puede dar el mar. Y es tonto, muy tonto, que sigamos indiferentes ante una riqueza alimenticia tan portentosa.

Que Dirinco, Dinac, Desarrollo Social, COCEMA, Intendencia, los CUP, los JAP, los partidos políticos de la Unidad Popular pongan en tensión toda su fuerza, toda su capacidad organizadora y comencemos por traer mil kilos de merluza a la semana a un precio bajo para que todo el pueblo coma.

El Guerrillero está en esta pelea hasta las últimas consecuencias. ¡Mónica de Codelia tiene la palabra!

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