Miente, miente, que al final algo queda. Este es el fundamento de la prensa reaccionaria que está jugando el papel de punta de lanza en los hechos y en los actos fascistas y golpistas que remecen a Chile y a la patria con una frecuencia suicida.

Ante el atroz y cobarde asesinato perpetrado en contra del edecán naval del compañero Presidente de la República, capitán de navío Arturo Araya P., se ha llegado al colmo del cinismo y de la insidia tratando de comprometer en el crimen al compañero embajador de Cuba en Chile, Mario García Incháustegui.

Sépase que el embajador García es doctor en derecho civil, licenciado en derecho consular y diplomático, licenciado en derecho administrativo, doctor en ciencias sociales y derechos públicos. Su gestión como diplomático también la ha cumplido en Uruguay, Naciones Unidas (Ginebra) y Nueva York. Ha representado a Cuba en numerosos eventos y conferencias internacionales, entre ellas, la I Unctad en Ginebra, la II Unctad en Nueva Delhi y la III en Santiago. También ha sido representante de Cuba en los consejos internacionales del azúcar, del café y del trigo.

El embajador García Incháustegui muestra una trayectoria riquísima como representante del Gobierno revolucionario de Cuba.

Conocimos al embajador con motivo de su fructífera visita a nuestra provincia en 1971. Su personalidad cautivó a quien tuvo oportunidad de escucharlo y conocerlo. Su cordialidad y su simpatía personal sobrepasaron todas las expectativas.

Cuba y su pueblo han demostrado en la realidad estricta de los hechos que son un país hermano y amigo de Chile. Su pueblo generoso, al desprenderse de una parte de su cuota de azúcar para regalársela a Chile, demostró la auténtica solidaridad que debe existir entre dos pueblos que luchan por su desarrollo.

Nada mejor entonces para los reaccionarios que tratar de enlodar el prestigio que ha ido ganándose Cuba en el pueblo chileno, inventando la calumnia vil y miserable de que cubanos habrían intervenido en el horrible crimen. Su impudicia ha llegado al colmo de solicitar que el embajador de Cuba sea declarado persona non grata. Esta es una ofensa que no sólo se infiere al pueblo cubano, sino al pueblo de Chile.

El Guerrillero expresa su repudio a esta tentativa de desprestigiar a Cuba y declara su más profunda solidaridad y respaldo al embajador y pueblo cubano.

Los fascistas pueden seguir mintiendo y calumniando, pero nunca conseguirán romper los lazos que unen con la fuerza de la historia a los pueblos de Chile y de Cuba.

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