Una delincuencia que se ríe de los principios fundamentales de la sociedad está dando por resultado el más escandaloso abandono del cuartel de Investigaciones de nuestra ciudad. En plena hora del día, toda la gama de la peor especie se da el lujo de actuar con comodidad y desvergüenza: cogoteros, coronas, cuenteros, monreros, etc., etc.

En Nancagua roban a una señora, desde su propia casa, un millón doscientos mil pesos sin que pueda hacerse absolutamente nada. Una tras otra desaparecen las bicicletas de la ciudad sin que sea posible seguir la más miserable pista de los ladrones.

San Fernando, la triste cenicienta del centro de Chile, tiene, como ya lo hemos estado repitiendo con majadería casi insolente, dos detectives para investigar los hechos delictivos en toda la provincia. No sabemos hasta qué punto la paciencia sanfernandina estará dispuesta a tolerar tanta indiferencia y tanta dejación por parte de las esferas gubernativas.

Sin embargo, estamos en condiciones de informar que dos agricultores, espontáneamente, quieren cuadrarse con algunos pesos para que todos los sanfernandinos compremos un vehículo de locomoción al servicio de Investigaciones.

El Guerrillero se pone de pie para exclamar que ésta es una feliz idea que debe ponerse en marcha cuanto antes. Debemos dotar de un vehículo de locomoción a los detectives para que, de esta manera, puedan ejercer su labor en forma más eficiente. Al respecto esperamos que la ciudadanía responda a este llamado, por cuanto es de su propia conveniencia, ya perdida totalmente la esperanza de una reacción del Gobierno.

Demostremos una vez más que somos lo suficientemente generoros, y que poseemos un amplio espíritu cívico para darle un ejemplo al actual sistema gubernativo que nos ha dejado empobrecidos como las ratas. Adquiramos nosotros mismos una camioneta para Investigaciones si queremos paliar en parte la atroz delincuencia que ha sentado sus reales en toda la provincia. Ustedes tienen la palabra.

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