Si hay alguna institución de la cual tendremos que enorgullecernos siempre en San Fernando es de nuestra emisora local, Radio Manuel Rodríguez. Con doce años apenas, ha sabido identificarse tan intensamente con la ciudad que no nos imaginamos qué sucedería sin ella. La razón está en que da importancia a todo movimiento que signifique progreso para San Fernando y la provincia de Colchagua.

Enumerar su participación en tantas obras de carácter social sería largo enumerar, no tenemos ni tiempo ni espacio para ello. Porque comentar su gesto magnífico en ayudar a esa viuda del Tinguiririca que perdió su marido en las torrentosas aguas del río, faltan frases para decirlo todo. Explicar en detalles lo que significó para la Gota de Leche la ayuda trascendental de la radio que prácticamente la levantó de las ruinas. O dar cuenta de la campaña para dotar de un motor a Carlos Niemeyer, sería totalmente imposible dar un panorama cercano de los hechos.

Pero hay algo importante en todo esto, al margen de los beneficios mismos de estas campañas de la emisora del guerrillero. Moviliza al pueblo, lo inquieta, lo remece, lo hace palpitar de una manera dinámica, y este es el gran milagro de la Manuel Rodríguez, haberse identificado netamente con el pueblo. Por eso se le quiere, se le respeta, se le hace caso y en muchos sentidos dicta normas sobre el progreso de nuestra ciudad.

Todo esto es muy cierto y nadie se atrevería a discutirlo, por eso es que nos alegramos que la emisora esté anunciando nuevos y extraordinarios progresos como empresa. El próximo mes tendrá listo su mástil irradiante que significará cinco veces más potencia y se instalará con sus nuevos estudios en el segundo piso del flamante mercado municipal. Es halagüeño darse cuenta cómo la querida emisora no se queda atrás y mantiene un ritmo de progreso, el mismo que quiere imprimirle a toda la ciudad.

Que quintuplique su potencia significa ni más ni menos que la escuchen muchas otras provincias que no la sintonizaban y esto para nosotros es motivo de orgullo, porque la emisora no es un tocadiscos, es una radio que junto con ayudar al comercio a desenvolverse mejor, está constantemente empeñada en gigantescas campañas que muchas veces parecieran estar destinadas al más duro de los fracasos y que resultan al último como éxitos sin precedentes.

Sus informativos y programas periodísticos nada tienen que envidiarle a las mejores emisoras de la capital. Por otra parte, mantiene un programa con música lírica que muy pocas radios de Chile se dan el lujo de mantener en cartelera. Nos referimos a las óperas. Despreciando el gusto barato, están cada domingo ganando más adeptos para las óperas que transmiten en forma completa, adjuntando una gran cantidad de detalles sobre su argumento, compositores e intérpretes. Es decir, escogen el camino más difícil pero el verdadero.

La dedicación de discos sólo se hace con el propósito bien definido de reunir fondos para sus campañas permanentes, como es el ayudar al Deportivo Colchagua y circunstancialmente a los damnificados del sur de Chile. Y sobre esto, ¿podremos olvidar que Radio Manuel Rodríguez fue la primera institución de Chile que ayudó al sur? ¿Podremos olvidar que, al día siguiente de los terremotos, el único avión que pudo aterrizar en Concepción fue uno del Club Aéreo de San Fernando donde se llevaban los primeros dineros y medicamentos, que fueron como caídos del cielo para los afligidos penquistas? Es importante no olvidar estos gestos de nuestra emisora local, por eso es que El Guerrillero le dedica sus mejores palabras.

Comentarios