En ediciones pasadas estuvimos planteando la necesidad imperiosa de llevar a cabo una gran movilización de masas en la provincia, respaldando y defendiendo al Gobierno popular ante los ataques virulentos, injustos y contundentes de la derecha que trata, por todos los medios, ciegamente, de oponerse al proceso que vivimos para volver atrás y abortar la revolución de cualquier manera, incluso con un sangriento baño de sangre, produciendo el enfrentamiento constitucional que con tanto empeño buscan.

¿Qué debemos hacer los colchagüinos? ¿Cruzarnos de brazos? ¿Esperar que Santiago, Concepción, Valparaíso salgan a la pelea mientras nosotros tomamos balcón y aplaudimos las concentraciones y las marchas?

Me parece que no. Los colchagüinos, como todos los chilenos, tenemos una participación directa y fundamental y somos también capaces de hacer historia en nuestra patria.

A raíz de una programación en serie de reuniones de CUP en diversos barrios y sectores de San Fernando, junto con aplaudir la idea, insinuamos sobrepasar las cuatro murallas de las sesiones para salir a la calle a defender al Gobierno popular. Es más, insinuamos que era necesario comenzar por mini-concentraciones en cada barrio o sector que hubiera un CUP, descargando toda la fuerza de la Unidad Popular, en una suerte de guerra de guerrillas en un punto determinado. Enseguida, continuar por los otros y finalmente culminar en una gran concentración masiva, organizada con entusiasmo y habilidad.

Desgraciadamente, hasta el momento no hemos tenido noticias sobre algo parecido. Estimamos que nuestra idea no pueda ser la más acertada y conveniente para la táctica a seguir por la Unidad Popular pero, en lo fundamental, en la movilización de masas, creemos que estamos en completo acuerdo, pero hasta este instante no sabemos nada.

Creemos que esto de dejar hacer y dejar pasar es una falla grave de la Unidad Popular. Falla que estamos muy a tiempo de remediar. Es necesario explicarle a viva voz al pueblo lo que ocurre, la manera en que cierran todas las puertas, cómo niegan la sal y el agua, cómo quieren derrocar por todos los medios al Gobierno popular, cómo aprovechando una mayoría transitoria en el Congreso Nacional pretenden ilegalmente negarlo todo, con empecinamiento anti-patriota, sólo por defender los mezquinos intereses particulares en detrimento de los intereses de la mayoría del país.

Hay que explicarle al pueblo que las minorías, aún con mucho poder económico en las manos, no dejan gobernar al compañero Allende. Al calor de estos planteamientos claros hay que movilizar a las masas, no mañana que puede ser tarde… ¡ahora mismo!

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