Los caballeros han convertido la ciudad en una selva. El rugido del león que aterroriza la jungla es, en nuestro caso, el ronco rugir de un Fiat 125. La noche, que siempre ampara a los malvados, envuelve en sus sombras las oscuras y criminales intenciones de los facinerosos. Lanzan piedras a la población tabacalera y a la 26 de Julio. Si la pedrada le cae en pleno rostro a una mujer o a un niño, no importa, así como ocurrió con esa pobre señora que viajaba en un camión Mopare entre San Fernando y Placilla.

¿Qué les pasa caballeros? Y los buenos principios, las obras buenas que ustedes ayudaban, ¿dónde quedaron? ¿Por qué matan, asesinan? ¿Por qué tanto odio? ¿Tanto puede doler el bolsillo?

Muchas veces en mi vida conversé con los caballeros. Es cierto que nunca me entendí bien con ellos, pero nuestras diferencias eran fundamentalmente filosóficas. Nunca creí que pudieran llegar a tales extremos, nunca se me ocurrió que el odio les nublara el corazón como para apedrear, en pleno centro, una micro que viene de Santiago con rumbo al sur, hiriendo a pasajeros inocentes. Ustedes que cuidaban tanto el prestigio de San Fernando, que me ayudaron a juntar dinero para el Club de Deportes Colchagua con tal que nuestra tierra destacara en el ámbito nacional, ¿cómo es posible que lleguen a la bajeza terrible de maltratar a inocentes que pasan por esta ciudad?

Señores caballeros, ustedes siempre dijeron que la ley había que respetarla por sobre todas las cosas, pero nunca se atrevieron a decirme que la ley que ustedes defendían era la ley que les convenía. Ahora impulsan a sus partidarios a no respetar la ley y agreden, de hecho, físicamente a las autoridades, como ha ocurrido con el jefe provincial de Dirinco. ¿Qué cresta les pasa?

Yo quisiera conocer la opinión que tienen sobre estos desmanes, sobre estas tropelías, sobre estos atropellos a las personas y a la ley de parte de hombres que, sobre ideologías políticas, me inspiraron respeto. Yo quisiera saber la opinión de Roberto Silva Saavedra, regidor de la Ilustre Municipalidad, director del Instituto Comercial de San Fernando; la opinión del ex Intendente y dirigente principal del Sute, Juan Molina Arriagada; yo quisiera saber la opinión del diputado Raúl Herrera, ex regidor de esta comuna; la de Aquiles Cornejo, con quien años atrás conversamos tantas veces sobre el progreso de esta ciudad. Preguntarles si están de acuerdo con que hayan asesinado a esa señora que viajaba dentro del camión, si está bien que apedreen las poblaciones 26 de Julio y la población tabacalera.

Yo estoy de acuerdo en que mantengamos nuestras diferencias políticas, igual que antes, pero estimo sinceramente que estos señores nombrados más arriba no pueden estar de acuerdo con la muerte y con el odio.

Esto debe terminar ahora mismo. Quien siembra odio, cosecha tempestades.

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