Nunca es tarde para volver a comenzar. Es imprescindible que se tome con seriedad la realización intensiva del trabajo voluntario en la provincia. En primer lugar deben echarse las bases concretas para formar ese organismo, llamado a jugar un papel histórico en nuestro proceso: los Voluntarios de la Patria

En nuestra provincia se dan buenas condiciones para organizar los Voluntarios de la Patria. Tenemos un hombre con una experiencia y capacidad extraordinaria para este trabajo, como es el compañero regidor Segundo Correa, quien en varias oportunidades trabajando con la masa logró llevar a efecto jornadas inolvidables como el Balneario Popular de Tinguiririca y la instalación de la población 26 de Julio que logró movilizar a toda la comunidad, partiendo desde las primeras autoridades.

Falta, creemos, organización y más organización. Falta la programación de tareas concretas y fáciles de cumplir para luego ir subiendo el punto de mira hasta lograr metas más amplias. No es mala idea concentrar una vez a la semana a todos los trabajadores voluntarios en un solo sector para que se note el trabajo que se realiza. Si los Voluntarios de la Patria de toda la comuna se reúnen el día de mañana en una población, como la 26 de Julio por ejemplo, es posible una plantación masiva de arbolitos, arreglo de veredas y calles, acequias y pasadas de agua, arreglo de sede social, pintura de murales, realización de fogatas y actos artísticos, funcionamiento de una gran olla común y un fin de fiesta con tamboreo y huifa para dar término a una gran jornada de trabajo voluntario. Y así sucesivamente en todas las poblaciones o asentamientos, comités campesinos, centros de reforma agraria y en todo lugar en que se necesite la ayuda hermosa que pueden prestar los trabajadores Voluntarios de la Patria.

A no dudar que es más importante reunirse para organizar esta tarea revolucionaria que andar preocupado de cuál será el próximo Intendente. Esto tenemos que entenderlo, porque de lo contrario estaremos haciéndole un flaco servicio al proceso.

El trabajo voluntario dignifica. El hombre revolucionario y la mujer revolucionaria y el joven revolucionario se realizan. Se construye, dan ganas de vivir y caminar para adelante.

Los Voluntarios de la Patria deben organizarse como una gran institución, están llamados finalmente a construir un Chile nuevo. Su labor puede extenderse además a lugares específicos, como oficinas públicas, en donde faltan, a no dudar, manitos de gato. Los propios funcionarios de estas oficinas que sean trabajadores Voluntarios de la Patria debieran informar sobre lo que necesitan y operar con la gente más adecuada.

Es imperioso. La vergüenza del domingo 27 debe borrarse con todo un trabajo orgánico para formar una gran institución de los trabajadores Voluntarios de la Patria en la provincia de Colchagua.

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